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miércoles, 24 de febrero de 2016

UNA CONVERSA CON GREGOR SCHWELLENBACH .:.. Soy un embajador de la música electrónica en los ambientes clásicos


Gregor Schwellenbach pertenece a la nueva estirpe de creadores que están redefiniendo los sonidos de la música académica con una corriente que la crítica ha venido en catalogar como neo-clásico o modern classical. Educado en el Conservatorio de Hannover (Alemania), bebe de iconoclastas como Steve Reich o Karlheinz Stockhausen pero mantiene un pie firme en los terrenos del pop. Amante de las vibraciones cósmicas del Krautrock, redefinió los límites de la música de baile y la música clásica en un solo documento, el histórico "Spielt 20 Jahre Kompakt" (Kompakt, 2013), en donde re-interpretó en "versiones de cámara" varias de las legendarias piezas del sello alemán. El resultado es más que formidable.

Schwellenbach está pues creando la música que bailarían los afamados compositores de los siglos pasados en una rave milenaria decorados con absenta y utópicas visiones. La música, una vez más, es el reino de lo imposible o donde tus más preciados sueños (y temores) cobran vida. Desde su nave, situada en algún lugar de Colonia, tenemos en exclusiva para los fans de Perú Avantgarde a Gregor Schwellenbach. Too real to feel?


Gracias por darnos la entrevista Gregor. Por favor cuéntanos sobre tus inicios en el mundo de la música. ¿Qué grupos escuchabas en tu adolescencia?

Durante mi adolescencia disfrutaba buscar todo tipo de música que la gente a mi alrededor ni siquiera conocía. Así que descubrí el Krautrock, el Jazz y la música No Europea mientras la mayoría de mis amigos escuchaban indie rock británico.

Cuando algunos músicos profesionales empezaron un departamento de Jazz en la escuela de música en un pueblo cercano, me metieron totalmente en el Jazz y fue justo antes de la universidad que decidí cambiar hacia la música clásica.

Cuéntanos sobre tu ciudad natal Colonia. ¿Cómo es la escena allí?

Creo que es típico de Colonia ser muy abierta a experimentos, mientras por otro lado no nos tomamos las cosas demasiado en serio. En Colonia te tomas las cosas con calma. Me gusta esa mezcla muchísimo, hace de Colonia un lugar perfecto para sellos interesantes como Kompakt o A-Musik.

Estudiaste en el Conservatorio de Hannover. ¿Qué encontraste tan intersante en los sonidos clásicos de hace siglos para hacer tal viaje?

La razón para estudiar música clásica fue la diversidad que ofrecía. Mi curso de estudios incluía doble bajo, piano, dirección, canto, musicología, filosofía y así. Estoy interesado en cada sonido que no conozco aún y la música clásica ofrece tal amplia gama de inspiraciones.

Recuerdo que un profesor de la universidad solía decir que la sensibilidad de la gente que disfrutaba de la música clásica está perdida pues vivimos en otros tiempos y sociedades. ¿Qué dirías al respecto?

Creo que es cierto que la gente hoy no puede enteder la música de ayer como fue entendida en ese entonces cuando era contemporánea. Aún así creo que la música de diferentes tiempos o lugares es una ventana hacia diferentes mentes y almas. Puede mostrarnos los límites de nuestras propias experiencias y ayudarnos a impulsarlas.



Tus versiones de selecciones del catálogo de Kompakt es genial. Cuando tocas en vivo ¿cómo es la reacción de la audiencia?

Usualmente dos clases de gente vienen a mis conciertos: mientras los ravers disfrutan de recordar los viejos tiempos y el enfoque diferente que coloco en los tracks de los que tienen buenos recuerdos, los amantes de la música clásica se sorprenden de experimentar que la música de club no es tan superficial como pensaban.

Con frecuencia los promotores esperan ganar una nueva audiencia hacia la música clásica al programarme, pero principalmente funciona a la inversa: soy un embajador de la música electrónica en los ambientes clásicos.

¿Cuál es tu méotodo de composición? ¿Cuántos meses te tomó finalizar "Spielt 20 Jahre Kompakt" (Kompakt, 2013)?

Para el proyecto de Kompakt siempre empezaba con una transcripción estricta de las piezas electrónicas a partitura. De este modo tenía ideas sobre cuál es el núcleo de la pieza. A veces me parecía interesante sólo hacer un cover de los tracks en diferentes marcos, otras veces desarrollaba todas nuevas piezas de música de cámara extraída de las ideas melódicas, rítmicas o estructurales.

Trabajé por dos años en el álbum, pero al mismo tiempo también produjo la música para cuatro obras de teatro, un drama de radio, dos soundtracks de películas y una ópera de cámara. Un tiempo bastante productivo.

Escribes música para películas, comerciales de tv, óperas, etc. ¿Vivir entre la alta cultura y la cultura pop te da una perspectiva más amplia de la relación entre el arte y la gente?

Siempre trato de de hacer música que realmente me interese y que conmueva realmente a mi audiencia. Ambas la alta cultura y la música pop ofrecen la oportunidad de hacerlo. Desde mi perspectiva una pieza perfecta será tan exigente como entretenida.



Leí una entrevista que diste a una web argentina donde declarabas que discursos subversivos como el punk o el rock and roll han finalizado su rol como contrarios a la alta cultura/el establisment. ¿Crees que esas metas de transgresión han sido alcanzadas o que hemos escogido la solución equivocada?

Me temo que los íconos de la subcultura han perdido su potencial provocador. Aún estamos lejos de la liberación, la justicia social o igualdad de clases, sexos o grupos étnicos. Cuando cito elementos icónicos de la alta cultura tradicional como performar con un cuarteto de cuerdas en un Festival Ambient, o usar traje y corbata en un contexto de club, trato de hincar y jugar con las expectativas de las audiencias. En realidad se siente muy similar a usar una chaqueta de motociclista y romper las guitarras en los 70s.

Estoy leyendo ahora el libro de David Stubbs "Future Days: Krautrock o el nacimiento de la Alemania moderna" (2014) y algunos de los músicos de grupos como Can, Amon Düül, Kraftwerk, etc. expresan allí cuán difícil fue vivir en una sociedad llena de ex Nazis por todos lados. Hace algunas semanas una edición con comentarios de "Mein Kampf (Mi Lucha)" fue reimpresa en Alemania. ¿Aún provoca eso culpa e ira en tus compatriotas? Déjame contarte algo Gregor, aquí millones de personas de los Andes fueron asesinadas y torturadas no solo por 5 ó 10 años y no por una tonta ideología de supremacía racial sino por siglos y por la codicia y enfermedad de los conquistadores españoles y sus descendientes quienes gobiernan aún este país en la actualidad, ¡¡¡y nadie -al menos no en los medios masivos- da una mierda o se queja por ello!!!

Ya he escuchado grandes cosas sobre el libro de Stubbs antes, parece que debo leerlo pronto. 

En este momento los últimos testigos de los tiempos Nazis están muriendo, y también lo está la alta sensibilidad y conciencia de los asuntos de injusticia y discrimación que tuvimos en las últimas décadas. Mi generación fue educada siendo responsable por una explicación concienzuda del pasado. Esto parece mermar un poco hoy. La atmósfera real en Alemania es de radicalización. Estamos experimentando gente dejando caer sus máscaras y revelando sus rostros como racistas o facistas en Alemania del Este -pero también en el Oeste. Mientras tanto otros están denunciando esas tendencias con énfasis. Las cosas se están volviendo realmente políticas ahora mismo.

Gracias por sacar a colación la matanza y opresión de la gente de los Andes, porque mirando a América quisiera saber por qué no parece ser un gran tema en los medios masivos también. Es concusivo cuánto dolor la codicia europea trajo al mundo, y parece obvio, pero difícilmente escucho a la gente hablar de esto.


¿Qué discos o proyectos estás escuchando actualmente o puedes recomendar a todos?

Soy mentor de algunos proyectos en un programa master de música Pop, así que tengo la suerte de poder escuchar alguna música emocionante del mañana que aún no ha sido publicada. Estoy totalmente contando los días que faltan para las ediciones del dúo electrónico turco "Gras" (en bandcamp pronto) y la pieza de baile "Slow" por el artista ambient establecido en Colonia "Sonae".
Y por supuesto recomiendo mis recientes remixes para las bandas alemanas Wyoming y Colorist.

¿Algún nuevo álbum pronto? ¿Qué viene en el futuro de Gregor Schwellenbach?

Invité a mis cinco colegas pianistas favoritos a grabar "Six Pianos" de Steve Reich conmigo, así que mi próximo disco será una pura interpretación tradicional de una pieza de alguien más. Una pieza bastante influenciadora sin embargo. También estoy planeando una Opera Drone que será estrenada en un teatro en la capital original de Alemania Bonn en Setiembre del 2016.

Muchas gracias por concedernos el honor Gregor. Si hay algo que quisieras agregar este es el momento. Espero que podamos disfrutar de tu música varios años más. ¡¡Que tengas una gran semana y año!!

Gracias a todos por buscar y escuchar música interesante. Especialmente gracias a ti, Wilder, por tu constante y dedicado trabajo, ¡¡es precioso!!




A CHAT WITH GREGOR SCHWELLENBACH: I´m an ambassador for electronic music in classical environments

Gregor Schwellenbach belongs to the new lineage of creators who are redefining the sounds of academic music with a style that critics have come to classified as neo-classical and modern classical. Educated at the Conservatory of Hannover (Alemania), drinks from iconoclasts like Steve Reich or Karlheinz Stockhausen but keeps a firm foothold on the grounds of pop. Lover of Krautrock's cosmic vibrations, redefined the limits of dance music and classical music in a single document, the historic "Spielt 20 Jahre Kompakt" (Kompakt, 2013), where he re-interpreted in "chamber versions" several of the legendary trackss of the german label. The result is more than terrific.

Schwellenbach is creating music that could dance the famous composers of past centuries in an ancient rave decorated with absinthe and utopian visions. The music, again, is the realm of the impossible or where your precious (or scary) dreams come alive. From his ship, located somewhere in Cologne, we have exclusively for fans of Peru Avantgarde to Gregor Schwellenbach. Too real to feel?

Thanks for giving us the interview Gregor. Please tell us about your beginnings in the music world. What music were you into in your teenage days? 

During my teenage years I enjoyed looking for all kinds of music that people around me didn't even know. So I discovered Krautrock, Jazz and Non-European Music while most of my friends were listening to british indie rock. 

When some professional musicians started a Jazz department in the music school in a town nearby, they totally got me into Jazz and it was only short before college, that I decided to switch over to classical music.
 

Tell us about your hometown Cologne. How is the scene there? 

I think it's typical for Cologne to be very open to experiments, while on the other hand we don't take things too dead serious. In Cologne you take things easy. I like that mixture very much, it made Cologne a perfect place for interesting labels like Kompakt or A-Musik.


You studied at the Hannover Conservatory. What did you find so interesting in classic sounds from centuries ago to make such a journey?


The reason for studying classical music was the diversity it offered. My course of studies included double bass, piano, conducting, singing, musicology, philosophy and so on. I am interested in every sound I don't know yet, and classical music offers such a broad range of inspirations. 


I remember a teacher at the university saying that sensitivity of people who enjoyed classical music is lost since we are living in other times and societies. What would you say about it? 


I think it's true that people today can't understand yesterday's music like it was understood back when it was contemporary. Still I think music from different times or places is a windows into different minds and souls. It can show us the limits of our own experiences and help us pushing them.



Your versions of highlights from Kompakt catalogue is terrific. When you play live how is the feedback of the audience?  


Typically two kinds of people come to my concerts: While ravers enjoy to remember the old times and the different spotlight I set on the tracks they have fond memories of, the classical music lovers are surprised to experience that club music isn't as superficial as they thought.
 

Often promoters hope to gain a new audience for classical music by programming me, but mostly it works the other way round: I am an ambassador for electronic music in classical environments.
 

What is your method of composition? How many months took you to finish “Spielt 20 Jahre Kompakt” (2013)? 

For the Kompakt project I always started with a strict transcription of electronic tracks to sheet music. Thereby I got ideas on what's the musical core of the piece is. Sometimes I found it interesting to just cover the tracks in different settings, sometimes I developed all new pieces of chamber music out of the melodic, rhythmic or structural ideas.
 

I worked for two years on the album, but in that same time I also produced the music for four theater plays, one radio drama, two film soundtracks and a chamber opera. Quiet a productive time it was.
 

You write music for films, tv commercials, operas, etc. Does living between high and pop culture gives you a wider perspective of the relation between arts and people? 

I always try to make music that really interests me and that really touches the audience. Both high culture and pop music offer the chance to do so. From my perspective a perfect piece would be as challenging as entertaining.




I read an interview you gave to an Argentinian site where you state that subversive speeches like punk or rock and roll have ended their role as antagonist to high culture/establishment. Do you find those transgressive goals have been fulfilled or that we have chosen the wrong solution?
 

I am afraid the subcultural icons have lost their provocative potential. Still we are far away from liberation, social justice or equity of classes, sexes and ethnic groups. When I quote iconic elements of traditional high culture like performing with string quartet on an Ambientfestival, or wearing suit and tie in a club context, I try to poke and play with the audiences expectations. In fact that feels kind of similar to wearing a biker jacket and smash guitars in the 70s.

I’m reading now David Stubbs’ book “Future Days: Krautrock or the birth of modern Germany” (2014) and some of the musicians from groups like Can, Amon Düül, Kraftwerk, etc express there how hard was to live in a society filled with ex Nazis everywhere. Some weeks ago and edition with comments of “Mein Kampf” was repressed in Germany. Does it still provoke blame and wrath in your fellow citizens? Let me tell you something Gregor, here millions of Andean people were killed and tortured not only in 5 or 10 years and not because a silly ideology of racial supremacy but for centuries and just for greed and sickness of Spanish conquerors and their descendants who still rule this country nowadays, and nobody –at least not in the media- gives a shit or complain about it!!! 


I already heard great things about Stubbs' book before, seems like I really must read it soon.
 

At the moment the last witnesses of the Nazi times are dying, and so is the high sensitivity and awareness for injustice and discrimination issues that we did have in the last decades. My generation was educated being responsible for thoroughly accounting the past. This seems to decrease a little nowadays. The actual atmosphere in Germany is one of radicalisation. We are experiencing people dropping their masks and revealing their faces as racist or fascist in East- but also in West-Germany. Meanwhile others are denouncing those tendencies with emphasis. Things are getting really political right now.
 

Thank you for bringing up the killing and oppression of Andean people, because looking at America I am wondering why it doesn't seem to be a big topic in the media too. It's concussive how much grief European greed brought to the world, and it seems so obvious, but I hardly ever hear people talk about this.
 

What discs or projects you’re currently listening to or can recommend to all of us? 
I mentor some projects in a Pop music master program, so I have the lucky chance to listen to some exciting music of tomorrow that is not even released yet. I am totally looking forward for the releases of the turkish electronic duo “Gras” (on bandcamp soon) and the dance piece “Slow” by Cologne based Ambient artist “Sonae”.

And of course I recommend my own recent remixes for the German bands Wyoming and Colorist.


Any new full length release coming soon? What comes in the future of Gregor Schwellenbach? 
I invited my five favourite piano colleagues to record Steve Reich's “Six Pianos” with me, so my next release will be a pure traditional interpretation of a piece by someone else. A heavily influential piece though. Also I am planning a Drone-Opera that will premiere in a theater in Germany's former capitol Bonn in September 2016. 

Thanks a lot for giving us the honour Gregor. If there’s something you’d like to add now is the moment. Hope we can enjoy your music several years more. Have a great week and year!!
 

Thank you all for looking for and listening to interesting music. Especially thank you, Wilder, for your steady and dedicated work, it's precious!!

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

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pura miel

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RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

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